Subiendo el Tourmalet
“Life is like riding a bike, to keep your balance, you must keep moving”
Somos Cris y Edu, y en el 2011 abrimos la Bicicleta: una casa de comidas en un pueblo de carretera en la que actualizamos y difundimos el concepto del picoteo viajero.
En aquella Bicicleta “de antes”, con nuestras nuestras rabas de calamar fresco con cebolla, nuestras frituras en aceite siempre limpio, nuestras tortillas estrelladas de patatas peladas a mano, nuestros pescados salvajes de lonja, nuestras carnes de Selaya, nuestra cartas para vegetarianos, nuestros panes triticum, nuestras galletas de mantequilla… ya sentamos las bases de todo aquello que nos emocionaba.
Por circunstancias vitales en aquel momento nuestras ambiciones no iban más allá de poder establecer un horario que nos permitiera tener tiempo para lo que más nos gustaba además de cocinar: viajar y coger olas… pero rápidamente moríamos de éxito y mientras a todo el mundo le parecía que nos iba muy bien nosotros solo veíamos como nos íbamos alejando de la idea inicial, de lo que más nos gustaba: hacer las cosas con mucho mimo.
Un día, cuatro años después, decidimos poner fin a todo aquello y emprendimos una reforma integral del restaurante.
Dos meses más tarde, en Marzo de 2016, en lo que parecía un suicidio sin precedentes y contra toda tendencia, reabriríamos de nuevo con diferente forma y sin la hasta entonces popular barra de bar.
Todo ello bajo el mismo nombre pero con un nuevo concepto más "gastronómico" orientado a reconducir nuestra cocina a una línea más depurada, más comprometida con el producto local, con los huertos, con los productores, y que nos permitiera reflejar nuestra pasión por las cosas bien hechas, por la alta cocina y también ser un homenaje a nuestro paso por los fogones del Zuberoa (Oiartzun, San Sebastián).
En Zuberoa no aprendimos recetas, allí pasamos horas y horas haciendo gelatina de pomelo… pero nos llevamos algo mucho más valioso: el sacrifico, la constancia, la disciplina, la discreción.
En estos tiempos en que esos valores parecen desfasados, quien tiene eso, tiene un tesoro. ¡Mila esker Hilario!
En Noviembre de 2017 y gracias a un enorme y emocionante esfuerzo lográbamos una Estrella Michelin.
Desde aquello hemos sobrevivido a una pandemia, hemos hecho bocadillos, huertas, pizzas, roscones, hemos traído la primera Estrella Verde para Cantabria, hemos llevado comida en bicicleta, en furgoneta y en barco.
Mil gracias a todos por acompañarnos en este viaje.
¡Sigamos pedaleando!